
Un Viaje Inolvidable: Rutas por la Provincia de Ciudad Real
Gracias a Turismo de Castilla la Mancha y la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha en este "Viaje Inolvidable" nos adentramos en varios puntos de la provincia de Ciudad Real que merecen ser visitados y que tenemos a muy poca distancia. Lugares con encanto, algunos de ellos desconocidos para el gran público, pero que conservan un sabor único y mantienen un legado histórico, cultural y patrimonial de primer orden. El Viaje comienza en las pinturas rupestres descubiertas en el siglo XVIII de Fuencaliente y que sirven para que el municipio celebre "El Dia Europeo del Arte Rupestre" que se conmemora este miércoles 9 de octubre con actividades muy variopintas que se desarrollarán durante todo este mes y que tienen rutas, conciertos, jornadas o exposiciones. El Concejal de Igualdad Agustín Mora nos adentra en uno de los conjuntos de pinturas rupestres de tipo esquemático más grandes y mejor conservados. Se encuentran en un abrigo de roca cuarcítica situado a 920 metros de altitud, en un murallón de paredes quebradas, que consta de 104 motivos repartidos en 8 paneles, dispuestos de izquierda a derecha. Las pinturas están hechas a partir de arcilla rica en óxido de hierro y componentes orgánicos de tipo proteico, utilizados como aglutinante. El tema más representado son las figuras humanas muy estilizadas que, generalmente, aparecen formando parejas de hombre-mujer, unas veces representadas con cabeza y tocado de plumas y cuernos, y otras acéfalas; en escenas de danza ritual y de caza, persiguiendo toros y cabras, con los contornos definidos en tinta oscura y el interior de colores planos, principalmente ocres y rojos, en todas sus gamas y escasos el negro y el blanco. Junto a ellas se disponen motivos de animales, representaciones solares y otros que se asemejan a motivos vegetales. ¿Vienes?.
Nuestra segunda parada nos lleva a contemplar las hermosas vistas del Campo de Montiel desde Alhambra que contiene grandes dosis de historia desde que los íberos se asientan en el cerro y crean un sólido poblado amurallado, después con los romanos, laminiun, se convierte en un importante centro comercial por su estratégico enclave entre vías de comunicación y por su excelente piedra de afilar exportada a Roma en grandes cantidades, referida ya por Plinio el Viejo. De los visigodos se ha hallado una interesante e importante necrópolis excavada en la roca, y los árabes no sólo contribuyeron con el nombre de Alhamrah: tierra roja, sino con gran parte de su trazado urbano y especialmente con su castillo de época Omeya. Mantiene momentos de esplendor durante la Edad Media y con la Orden de Santiago se crean varias aldeas en su entorno que progresivamente lograrán autonomía. En Plaza se puede ver la estatua de un togado romano sobre un ara de mármol blanco, una estatua incompleta de mujer y tres aras con inscripciones latinas. Cerca se sitúa la Iglesia Parroquial de San Bartolomé, del siglo XIII. Actualmente y después de varias reconstrucciones es de interés la portada principal renacentista; en el interior muy destacable dos retablos y un sagrario del siglo XV. Si quieres disfrutar de unas vistas de la ciudad puedes hacerlo desde uno de sus privilegiados miradores: Gorgotija, el Castillo y la Cueva la Cancana, a lo lejos Villanueva de los Infantes y Alcubillas y la cantera de piedra de afilar romana. Desde el mirador del novio de la manzana, lugar de leyendas de amores, se puede divisar el Castillo, estratégicamente emplazado y originariamente musulmán, después reformado por la Orden, hoy lugar de realización de las Jornadas Ibero-Romanas Laminitanas en julio. Eusebio López conoce bien Alhambra y nos ha recomendado también inmortalizar desde los numerosos miradores del municipio las hermosas vistas del Campo de Montiel. Si la parada es más larga también podemos hacer una visita al Museo Arqueológico o Etnográfico y a la Necrópolis Rupestre de las Eras, de la época tardo-romana a la visigoda. No te lo puedes perder.
Si lo que te gustan son los museos te invitamos a conocer el lugar donde vivió y escribió Quevedo, su Casa-Museo está Torre de Juan Abad y allí nos ha atendido Mari Vega que ha descrito todos sus rincones que son hoy un valioso centro cultural. Del caserón del siglo XVII, Pascual Madoz en su Diccionario geográfico-estadístico-histórico (1850) dijo que era “la casa más notable del pueblo”, se conservan aproximadamente unos cien metros cuadrados y el resto, hasta los mil metros, se ha convertido en unas instalaciones modernas y funcionales. En la parte superior está el museo dedicado al escritor, donde se exhiben diferentes documentos, libros y objetos personales, como un tintero de cerámica y el sillón que utilizaba en esta casa, donde recibió a los personajes más influyentes de la política y la sociedad de la época. En estos aposentos Quevedo alojó el 13 de febrero de 1624 al rey Felipe IV, en su paso de Madrid a Andalucía. Entre los documentos originales se encuentran el testamento de Quevedo, árboles genealógicos y varios manuscritos autógrafos del poeta. La planta baja alberga dos salas de arte dedicadas a exposiciones temporales de pintura, escultura y fotografía y un gran patio utilizado para representaciones teatrales y musicales al aire libre. El patio conserva el pozo original, con brocal de una sola pieza, sito en un rincón del mismo. El edificio anexo dedicado a Casa de Cultura, dispone de un Salón de Actos destinado a conferencias, Jornadas Literarias y proyecciones cinematográficas. Hay que destacar entre sus dependencias la sala dedicada a Centro de Estudios Quevedianos (CEQ), único en el mundo. El Centro, creado y gestionado por la Fundación Francisco de Quevedo, dotado de los equipos y de la tecnología necesaria para que los investigadores puedan trabajar, acceder y tratar los documentos de la forma más asequible, tiene como finalidad principal conseguir la unificación del mayor fondo documental y de bienes que pertenecieron al literato, con el fin de su custodia y conservación, y otorgarles el valor considerado de cara a su difusión pública. Cuenta con el archivo más completo existente sobre Quevedo, en el que se encuentran alrededor de 1250 documentos originales, así como numerosos estudios y una completa bibliografía sobre su obra. Organizado por el Ayuntamiento de Torre de Juan Abad y la Fundación Francisco de Quevedo, prestigiosos catedráticos e investigadores de la vida y obra de nuestro autor dan gran relevancia cultural y académica al Congreso Internacional “Francisco de Quevedo” celebrado bienalmente en la primera quincena del mes de septiembre. ¡Una Joya!.
Y para terminar qué mejor que descubrir el Yacimiento visitable Motilla del Azuer en Daimiel. Hace más de cuatro mil años, sus habitantes construyeron, sobre un profundo pozo, varias líneas concéntricas de murallas y una vigorosa torre de planta cuadrada. La Edad de Bronce aflora en tierras manchegas donde el agua toma gran importancia por su escasez y ello viene de antiguo, así en el interior del patio los habitantes del Azuer excavaron un pozo hasta alcanzar el nivel freático, a una profundidad de unos 16 metros, para abastecer de agua al asentamiento. El director arqueológico del Yacimiento de Motilla, Miguel Torres, nos ha descrito su funcionalidad que experimentó variaciones durante las distintas fases de ocupación, utilizándose también como zona de estabulación ocasional de ovejas, cabras y cerdos, pero fundamentalmente como almacén de cereales (cebada y trigo). Los ajuares son escasos, salvo en casos excepcionales de individuos adultos enterrados con vasos de cerámica, puñales de remaches de cobre y punzones de este mismo metal, lo que podría señalar una sociedad jerarquizada. Este viaje profundo al segundo milenio antes de Cristo no sólo esta bien conservado sino que es mágico y singular. ¡Imperdible!.
Ponte los auriculares y disfruta de Un Viaje Inolvidable por la provincia de Ciudad Real en SER ALMADÉN.